Reseña Madrid – 13 mayo 2025

La temporada isidril alzó su telón novilleril con una tarde desigual en emociones, en la que Aarón Palacio logró tocar pelo y salir reforzado en su primera aparición venteña. El aragonés sorteó al novillo de mayor clase del envío de Alcurrucén, un quinto que rompió hacia adelante con entrega en la muleta. Palacio lo saludó con una larga cambiada a portagayola, preludio de una faena que fue creciendo por el pitón izquierdo. Los naturales, ligados, templados y de mano baja, encendieron a los tendidos que, tras una estocada entera y un certero descabello, pidieron la oreja de forma mayoritaria.

Su primero, menos colaborador, no terminó de romper. Aun así, dejó detalles de su personalidad y del toreo que propone: vertical y con gusto.

Sergio Sánchez, que también se presentaba en el coso de la calle de Alcalá, mostró actitud y disposición. Su lote no le permitió mucho más, y sus faenas, aunque voluntariosas, no encontraron eco en los tendidos. En su segundo, buscó agradar, pero la falta de emoción del novillo acabó diluyendo cualquier posibilidad.

Por su parte, Javier Zulueta dejó una buena impresión con el capote, especialmente en el saludo al tercero bis, un sobrero de Montealto que reemplazó al titular tras lastimarse en los primeros compases. Con la muleta mostró gusto y torería, aunque las faenas no alcanzaron el vuelo deseado. El sevillano cerró la tarde con una estocada de efecto fulminante que fue de lo más aplaudido en su labor.

La novillada de Alcurrucén, bien presentada, resultó desigual en comportamiento. El quinto fue, sin duda, el más destacado. Se corrieron además dos sobreros: uno del propio hierro titular (2º bis) y otro de Montealto (3º bis).